Vallejo desde el desbarrancadero
Fernando Vallejo, El desbarrancadero . Bogotá: Alfaguara (2001), 194 pp. Durante mucho tiempo no había querido leer a Fernando Vallejo. En sus columnas había encontrado una prédica de virilidad y prejuicio, de odio e impulsividad, que me parecía una postura fingida hasta el punto de volvérsele una máscara inescapable. No seguí leyendo sus columnas, y evité sus novelas. Sin embargo, con los años empecé a acumular recomendaciones enfáticas. Uno de los vallejistas, en cuyo criterio confío, me confesó guardar sus copias de las obras de Vallejo junto a la Biblia. En últimas, di el brazo a torcer. El resultado fue que leí El desbarrancadero . Mi primera impresión fue la risa: ¿cómo no reírse cuando un narrador cascarrabias, ágil con las palabras y acerbo con las ideas, destruye tanto la cabeza del títere como el títere y la tarima? Es una proeza mantener ese tono cáustico durante casi 200 páginas, y el autor lo logra, pero termina por volverse repetitivo y no alcanza a darle a la obra nada s
A mí me gusta mucho la manera como tus historias se van resolviendo párrafo tras párrafo. Me parece que mantienen el interés constante y siempre lográs un último párrafo contundente, en el que todo lo anterior cobra sentido.
ReplyDeleteEsta historia es muy buena, te va bien describiendo mujeres astutas (una manera de llamar a tus locas asesinas); pero encontré esta línea que no me suena: "En su mente agradeció por estar exento de la menopausia, aunque el privilegio le costara diez años de expectativa de vida". ¿Es una manera de decir que ella es mucho menor que él? Si es así, me parece la manera más enredada de decirlo --yo sé que la información en tus cuentos casi nunca es directa, pero siempre es clara--, y si no es eso, entonces entiendo menos.
Muy buen cuento.
Mónica: Gracias por tu comentario, y por la descripción del desarrollo de la trama. Astutas me parece un eufemismo más que apropiado: y sí, curiosamente todos los cuentos que he subido o referido acá tienen mujeres protagonistas. Tenés razón sobre esa frase, que fue objeto de varias reformulaciones. Se merece una nueva incisión.
ReplyDeleteYa quisiera yo tener esa facilidad tuya que aumenta cada que te leo algo nuevo, para escribir y que el lector sienta tan espontáneo el relato. Me pregunto si le hiciste la "Incisión" al cuento en la menopausia, porque no encuentro nada que coincida con el comentario de Mónica.
ReplyDeleteDescribís todo muy bien, pero especialmente las locas y las asesinas. Genial tu cuento.
Anónimo: Gracias por el comentario. Sí, la incisión ya la hice. Creo que gana claridad el texto. En esos casos creo que es mejor no distraer, salvo que el fin sea distraer.
ReplyDelete¡Qué buen cuento profe!. Me gustan los finales inesperados, leerlos y escribirlos. Disfruto leerlos y disfruto planearlos. Un fraternal saludo.
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