El infinito en la palma de la mano
Hay cosas buenas para decir sobre El infinito en la palma de la mano (Seix Barral, 2008, 237 pp.), de Gioconda Belli, pero principalmente hay que criticarlo. Lo digo porque tomó una idea muy fuerte (un recuento fresco y moderno de la historia de Adán y Eva) e hizo un esfuerzo decidido por desperdiciarla. Varias cosas al respecto. La prosa está llena de errores (cosas tan sencillas y evidentes como “Lo movimientos de Adán” [p. 124] abundan) y hay un desfile casi moscovita de gerundios desacertados. Además, hay detalles narrativos que fallan: por ejemplo, la narración generalmente sigue los pensamientos y sensaciones de los personajes, así que me parece muy raro que estos dos seres recién creados y desnudos sepan lo que es el encaje: “el liquen y el musgo se derramaban como encaje sobre sus cabezas” (p. 23). Asimismo, hay palabras que desajustan las frases, comparaciones injustificadas, repeticiones deslucidas, metáforas ingenuas. ¿Qué tal estos dos casos de negligencia a la hora de r...