Publicación: “Un accidente”

Se acaba de publicar el libro de cuentos El corazón habitado, editado por el español José Manuel García Gil. El subtítulo resume el contenido de la antología: Últimos cuentos de amor en Colombia. No tengo todavía el libro en las manos, pero me refiero a la publicación porque se incluyó un cuento mío, titulado “Un accidente”. El prólogo del libro está aquí, y en este blog Carlos Castillo (uno de los autores incluidos en la colección) reprodujo la tabla de contenido.

El cuento mío que seleccionó García Gil se llama, como lo dije, “Un accidente”. Reproduzco aquí la primera página.

***

Un accidente

Fue un accidente. Helena escuchó esa frase demasiadas veces: de su mamá, de los médicos, del conductor al que Helena le hubiera encantado siquiera castrar. Llenos de esa frase, llenos de cables y tubos y sondas y sangre; así fueron los meses después del accidente.
Una de las esperanzas de Helena era volver a ver a Julián. No al Julián atrapado en la cama, un enredo de músculos y cables con un olor insoportable a mentol. No. Ella quería regresar al Julián cínico y atlético, el que la hacía estallar en risa incluso cuando estaba furiosa. El que cantaba en la ducha todas las mañanas, y cantaba horrible, inventándose las letras de las canciones para que fueran de amor por Helena.
Otra esperanza de Helena era no volver a ver a Julián, aunque no lo admitiera, ni en público ni en privado. ¿Volver a esas discusiones que algunas noches terminaban con él escapando, quién sabe hacia dónde y hacia quiénes? ¿Continuar con el sentido de compromiso que dependía de un puñado de recuerdos borrosos?
Helena sabía que estas preguntas rondaban su mente. Pero pensaba antes que nada en mantenerse de pie, a pesar de la asfixia que le producía el pulso débil de Julián, un pulso obligado a recorrer pantallas indiferentes bajo la mirada de expertos.
Helena sí volvió a ver a Julián. Pero no fue el mismo Julián. Los médicos hicieron entrega muy orgullosa del paciente, tras dos semanas de operaciones intensas, seguidas de meses de adaptación y terapias. Fue el fin de un proceso que empezó cuando cierta noche llegó al hospital un accidentado con la mitad del cuerpo destruida. En busca de este hombre vino una esposa con un desespero esquizoide. Los doctores vieron una buena oportunidad para hacer avanzar la ciencia. Los consentimientos informados fluyeron sin pudor. La reconstrucción congregó a decenas de médicos y exigió docenas de millones de dólares. Acaparó páginas enteras en los medios. El resultado fue Julián. Pero no fue el mismo Julián.

[Continúa…]

Comments

  1. Lo felicito. Está fantástico.

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  2. Andrés Mauricio MuñozJuly 8, 2010 at 4:57 PM

    Cautiva mucho ese fragmento de tu cuento. Felicitaciones.

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  3. Muchas gracias a todos por los comentarios, tanto por aquí como por otros medios. Y a Pilar y a Andrés, además de las gracias, les digo que es un honor haber sido seleccionado para la antología junto a escritores tan reconocidos como ustedes.

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  4. Andrés Mauricio MuñozJuly 10, 2010 at 12:20 AM

    Gracias Federico, lo mismo te digo. Algún día tendremos la oportunidad de conocernos y conversar.

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  5. Siempre disfruto mucho "leerte". Felicitaciones!!

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  6. Felicidades, espero que mucha gente pueda disfrutar tus cuentos como tantos lo hemos hecho. Que no sea sólo uno.

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