El corazón habitado. Últimos cuentos de amor en Colombia
Hay un cuento mío en la antología El corazón habitado. Últimos cuentos de amor en Colombia (Algaida, 2010; 407 pp.). Eso hace que sea difícil escribir un comentario neutral: muchas críticas, y sería algo indecoroso; muchos elogios, y parecerá autopromoción. De todos modos, tengo que decir que es un volumen esperanzador; parece que va a brotar buena ficción de Colombia durante un tiempo largo. He optado por recurrir a algo distinto a lo que normalmente hago con los libros que reseño. Me voy a limitar a mencionar seis cosas que me gustaron. No me refiero aquí a todo lo que me gustó, así que, si no menciono algo, no quiere decir que lo estoy criticando por omisión. Primero, me gustaron las tramas de “Besos bruscos” (27-33), de Jorge Franco, y de “Urnas” (45-76), de Santiago Gamboa. El primero es ágil y coloquial, y el segundo es frío y disgustado, pero en ambos la trama es atractiva. En el cuento de Franco, acompañamos a una persona que busca con desespero a una mujer. Cuando la encuen...